Beneficios
Aumenta la germinabilidad de las semillas, el alargamiento de las células de los brotes, incrementa la floración, la cantidad y la dimensión de los frutos.
Intensifica el color y retarda el envejecimiento de los tejidos vegetales.
Facilita la formación de tubérculos y la acumulación de almidones en ellos.
Modera los cambios de acidez y neutraliza los compuestos orgánicos tóxicos que llegan a él por contaminación.
La elevada carga enzimática y bacteriana que posee, aumenta la solubilización de los nutrientes, haciendo que puedan ser inmediatamente asimilables por las raíces.
Impide, por su poder de retención de la humedad, que los nutrientes puedan ser lixibiados del terreno por lluvias o riegos, protegiendo al terreno de los efectos de la erosión, y disminuyendo las
necesidades hídricas en los riegos.
Mejora las características estructurales del terreno, aireándolo, desligando los suelos arcillosos y cohesionando los arenosos.
La acción bacteriana del humus y su elevada capacidad de intercambio catiónico, debida a la presencia de grupos carbonilos, hidroxilos fenólicos y alcohólicos, incrementa la disponibilidad de las plantas de elementos inertes como el nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, calcio y oligoelementos.
Su acción antibiótica aumenta la resistencia de las plantas al ataque de plagas, enfermedades y organismos patógenos.
Los ácidos húmicos y fúlvicos que contiene, regeneran las características químicas del suelo y, al igual que cierto tipo de hormonas de crecimiento, favorecen el desarrollo de las especies vegetales.
La mayoría de los estiércoles tienen una elevada relación carbono/nitrógeno. Cuando se aplican al suelo directamente, el exceso de carbono en los estiércoles provoca que el nitrógeno en el suelo
quede inmovilizado y, por tanto, no disponible para el cultivo. El humus disminuye la relación C/N a niveles aceptables para la aplicación al suelo.
El humus de lombriz evita y combate la clorosis férrica y facilita la eficacia del trabajo mecánico en el campo.
Ayuda y estimula a la formación de microrrizas.
La actividad residual del humus de lombriz se mantiene en el suelo hasta cinco años. Con un pH neutro no presenta problemas de dosificación ni de fitotoxicidad, aún en aquellos casos en que se utiliza puro en las plantas más delicadas.
El césped de instalaciones deportivas o campos de golf, necesita de un crecimiento continuo y una gran fortaleza, para lo cual tiene un aliado excepcional en el humus de lombriz.
Gracias a su capacidad de retención, permitirá ahorrar hasta un 30% de agua. Se conseguirá una hierba más resistente al calor y a las agresiones mecánicas.
Con su uso obtendremos un césped más denso, fuerte y con una coloración más uniforme e intensa.
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